.altibajos

Bueno, hoy fue un día bastante pasable --dos rodajas de pan negro y dos fetas de queso. Ahora están cenando mi madre y mi hermano abajo y yo estoy acá arriba tomando cantidades increíbles de coca-cola como si me fuera a solucionar todos los problemas de la vida.

Hoy llegó y me preguntó:

- ¿Cenás hoy?
- No, gracias.
- ¿Segura?
- Segura.
- ¿No querés saber lo que hay?
- No, dejame de insistir.

Aprecio con todo mi ser los días que se le ilumina la mente y me da la opción de no cenar --los otros días (tiene dos humores, como el de las dos caras de La extraña Navidad de Jack) que me obliga a comer son horrendos-- pero me molesta que me trate de persuadir de todos modos y además en general odio que me insistan para que coma. Lo siento casi como una ofensa, no sólo por el hecho de que al obligarme se están cagando en mi "no" sino que además que me ofrezcan comida me resulta intolerable.

De modo que estamos entrando en una faceta en la que mi madre me da la opción de no comer alegremente, respetando mi derecho de decisión. No haciendo apología de la anorexia, claro, ella ni está enterada de que después de la internación no dejé de hacerlo, sino por una simple ejerción de mi derecho a no comer como persona adulta de casi veinte años que soy. El problema es que, si bien ahora estamos en esa faceta, en cualquier momento repentinamente cambia y entramos en la faceta de te-obligo-a-cenar. Es impredecible.

De hecho en esa faceta estuvimos desde el... --déjenme ver el calendario-- jueves pasado. Desde que empezó el mes tengo todos los días tachados en verde, o sea, días en los que consumí o ninguna o menos de 300 calorías por día; y, a partir del jueves, tengo tachado con rojo, o sea, días en los que mi madre me hizo comer como un ser normal. Tengo mucho miedo de que todo el esfuerzo de los 12 primeros días del mes (y anteriores --junio, julio, etc.) se haya echado a perder en estos últimos 5 días. Ayer me hizo desayunar hotcakes, por el amor de dios. Me despertó exclusivamente para eso y no me dejó opción. Al menos no almorcé ni merendé porque me fui. Pero sí me hizo cenar, sopa. Podríamos decir que la sopa está muy bien, y lo está, pero era sopa con arroz, con tanto arroz que el caldo desapareció y la sopa pasó a ser arroz con verduras. Y el arroz engorda, es puro carbohidrato. Y los otros días tuve que comer, y comer, y comer. El lunes fue feriado, así que no trabajó, el viernes se tomó el día... así que la tuve en casa todos estos días ENTEROS: desayuno, almuerzo, merienda, cena. Dios mío, tengo tanto miedo de recuperar todo lo que perdí.

No quiero ni decir lo que tuve que comer porque me avergüenza. Pero sepan que no fue por debilidad, por dios. Fue por mi madre. Me avergonzaría que pensaran que fui débil y comí por voluntad propia.

Abrazo la faceta que acaba de comenzar. Además no tiene tiempo de arruinarla porque el lunes me voy de viaje con mi... novia (no me deja de costar la palabra: NO soy el tipo de persona que se pone de novia, de hecho me vivo cansando de todo el mundo y mandándolos a todos a la mierda --prefiero estar sola y de hecho amo estar sola. No quiero que me jodan, no me banco a nadie, todos me aburren, me cansan, se ponen densos --en fin, una larga explicación y no creo que este sea el momento de darla). Sí, ya sé, me vivo yendo de viaje, parece mentira. No sé qué pasa este año, se dio así. Me voy con Karen entre 10 y 15 días a acampar: fogata, carpa, guitarras, naturaleza. Karen no es anoréxica pero tiene cierto grado de desorden alimenticio. A veces come y a veces no come nada de nada, pero sea como sea me apoya en no comer, lo entiende, lo acepta y de hecho lo haría ella misma. Con lo cual, nuevamente, tendré muchos días para ayunar. Y esta vez sin el riesgo de tener que eventualmente comer nada de nada. Sopas de sobre y té con leche. Lo único que temo es que nos ataque algún loco y nos pase algo, ya que vamos a estar acampando solas (mi amigo Gabriel se suma pero más adelante, el otro fin de semana). Veremos qué pasa. Si no posteo en el blog después de la primer semana de Septiembre, sepan que me pasó algo.

-